Llegué de Málaga sobre las 10 de la noche, encendí el ordenador y entré en el periódico , para ponerme al día de lo que pasaba en el mundo. La primera noticia que había era:
Me encanta mirar el cielo de noche, y pensé en salirme al patio pero me lié entre una cosa y otra y el sueño pudo más conmigo. Al llegar a mi cuarto, abrí la ventana, apagué la luz y justo en ese instante al mirar por la ventana vi como una asombrosa luz atravesaba el cielo, como rasgándolo, con la suficiente lentitud para vivir el momento. En ese mismo instante la nostalgia me invadía, una sensación que recorría todo mi cuerpo, me faltaba el aire mientras intentaba elegir un buen deseo, el mejor de todos. Justo en ese momento recibí un mensaje, de alguien lejano, casi olvidado, desterrado. Parecía que todo estaba predestinado a que sucediera así, pero encontré el deseo perfecto, no cambiar nada.
Hoy siguen viniendo a mí las mismas dudas de siempre porque sinceramente, no lo entiendo.
3 comentarios:
yo no fui...lo prometo...
ya lo sé, sino no me sentiría tan desconcertada.
He estado leyendo tu blog, sintiéndome identificado con muchas cosas, hasta que he llegado a esto, y he recordado los momentos que he pasado mirando a través de la ventana, observando las estrellas, y soñando con compartir esos instantes con alguien imposible...Ojalá alguna vez se cumplan los deseos...
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