Cuando me regalaron a mi perra, la Collie, los demás perros de la camada los pusieron en venta en una tienda de animales y cada vez que pasaba me quedaba un buen rato mirando los perros. A los pocos días solo quedaba un perro, él solo, y a mi se me partía el alma cuando lo veía, por las noches no paraba de chillar, estaba asustado. Y un buen día mi padre dijo.. bueno y si nos lo quedamos?? :DDDD Me cambió la cara, esa misma tarde fuimos a por él, todavía recuerdo el momento de entrar a mi casa, con él en los brazos y decirle a mi madre: mira lo que traigo! jajaja Dos collies metidos en casa! Cuando empezaron a crecer faltaba cama para dormir todos juntos y acabaron por apropiarse cada uno de un sofá. Ahora duermen en el patio de mi casa, los veo algunos fines de semana y cada vez están más mayores pero se le ilumina la mirada cuando me ven aparecer por la puerta, y no paran de saltar y ladrar de alegría, más o menos como yo :) Les echo mucho de menos y cuando me acuerdo de ellos miro una foto q tengo cerca del escritorio, de cuando eran pequeños, los dos posando en el sofá que siempre me hace sonreir.
Ya no puedo tener más perros, sería una locura, pero en el momento que pueda, la siguiente adquisición será un Shar Pei, me encantan, tienen esa cara de pachones, tranquilones, una debilidad.